El economista explicó que la nueva presencia militar estadounidense responde al combate del fentanilo y la cocaína, así como al deterioro de las relaciones diplomáticas con Venezuela.
El analista Ricardo Ávila señaló en El Tren de la Mañana de El Dorado Radio que el Caribe ha recuperado un papel central en la política exterior estadounidense, un fenómeno que vincula con decisiones históricas como la Doctrina Monroe y con la agenda del presidente Donald Trump en su segundo mandato. Según explicó, el énfasis del gobierno estadounidense en el combate al fentanilo —droga que deja cerca de 80.000 muertes al año— y a la cocaína, asociada a 30.000 fallecimientos, impulsó un despliegue reforzado de buques, aviones y tropas en la región.
Ávila indicó que esta estrategia también está influenciada por el deterioro de las relaciones entre Washington y Caracas tras denuncias internacionales de fraude electoral en Venezuela. En este contexto, afirmó que el operativo militar estadounidense ya ha derivado en el hundimiento de más de una docena de embarcaciones destinadas al transporte de drogas, aunque su impacto estructural en el narcotráfico aún es incierto.
El economista destacó que Colombia ocupa un lugar central en este escenario, al concentrar alrededor del 72 % de la producción mundial de cocaína. Según cifras recientes, el país mantiene más de 250.000 hectáreas de cultivos, una extensión que duplica el área destinada al cultivo de yuca. A esto se suma el crecimiento de la demanda global, que supera los 25 millones de consumidores, especialmente en Europa, Asia y Oceanía.
En cuanto a la relación bilateral, Ávila analizó la decisión del presidente Gustavo Petro de modificar su posición frente al intercambio de inteligencia con Estados Unidos y afirmó que limitar estos canales afecta la capacidad operativa de las Fuerzas Militares y de Policía, dado que gran parte de las tecnologías de comunicaciones y detección provienen de aliados estratégicos. Además, recordó que los indicadores nacionales muestran aumentos en homicidios, secuestros y bajas de la Fuerza Pública en operaciones de control territorial.
El experto sostuvo que la presencia militar estadounidense reconfigura el balance regional, pero aún no es claro si conducirá a un cambio político en Venezuela o si alterará de manera sustancial las dinámicas del narcotráfico. “Esta historia todavía se está escribiendo”, manifestó Ávila, al señalar que las repercusiones de estos movimientos se sentirán en toda la región.








