El exviceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, indicó que esta es una de las jornadas comerciales más importantes del país, impulsando el consumo, la generación de empleo y el recaudo tributario.
El Black Friday nació en Estados Unidos como una jornada de descuentos posterior al Día de Acción de Gracias. Desde hace cerca de diez años, Colombia adoptó esta estrategia para impulsar el comercio nacional. Aunque el día sin IVA desapareció, la actividad comercial se mantiene, y este año el evento se llevará a cabo el viernes 28 de noviembre, con horarios extendidos y expectativa de incremento en las ventas.
Según Juan Alberto Londoño, exviceministro de Hacienda, este día marca uno de los picos más altos de consumo del año en Colombia, triplicando las ventas habituales en varios sectores. El movimiento comercial genera empleo temporal, incrementa la circulación de dinero y aumenta el recaudo de impuestos por la alta rotación de productos.
En diálogo con El Tren de la Mañana de El Dorado Radio, el exfuncionario indicó que el Black Friday permite a los comercios vender inventarios acumulados y liberar bodegas, mientras que los consumidores adquieren productos como electrodomésticos, ropa y calzado a precios reducidos. También señaló que el fenómeno puede incentivar compras impulsivas.
Frente al debate sobre productos nacionales e importados, el abogado señaló que lo relevante es que el consumidor adquiera lo que necesita, aunque resaltó la importancia de fortalecer la producción nacional y apoyar a las pequeñas y medianas empresas para que participen en jornadas comerciales de esta magnitud.
Uno de los retos, agregó, es la competencia del comercio digital internacional, que vende sin pagar impuestos en Colombia ni asumir los costos de operación de una tienda física. Para equilibrar el ecosistema, propone que el Estado avance en regulaciones que garanticen condiciones equitativas, sin afectar la innovación tecnológica ni el crecimiento del comercio electrónico.








