La situación de los piques ilegales en Bogotá se ha convertido en una preocupación creciente, especialmente en barrios céntricos como La Macarena y Bosque Izquierdo.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, como las mesas de diálogo y los operativos de la Secretaría de Movilidad, las competencias clandestinas de motociclistas persisten, generando ruido excesivo, accidentes y temor entre los residentes.
El viernes 3 de octubre ocurrió uno de los episodios más graves: una caravana de cerca de 80 motos recorrió a alta velocidad las calles de estos barrios, ignorando las denuncias previas hechas por los vecinos. El incidente terminó con la intervención de la Policía Metropolitana de Bogotá, que reportó 20 capturados y dos heridos, producto de un enfrentamiento entre residentes y moteros que intentaban frenar los piques por su cuenta.
Desde comienzos de año, los vecinos denuncian que cada jueves y viernes se repiten estos encuentros clandestinos, afectando la seguridad vial y el descanso nocturno. Ante la falta de soluciones definitivas, la comunidad ha recurrido a derechos de petición, plantones y acciones populares para exigir sanciones más efectivas.
Aunque los operativos han resultado en la inmovilización de más de 20 motos, el fenómeno continúa. Los residentes advierten que, si no se implementa una estrategia estructural para erradicar los piques ilegales, los enfrentamientos podrían intensificarse, con consecuencias aún más graves. La situación exige una respuesta inmediata, coordinada y sostenible por parte de las autoridades.