El turismo rural, en el municipio cundinamarqués, se fortalece con iniciativas comunitarias que ofrecen una alternativa auténtica y sostenible para viajeros que buscan más que paisajes bonitos.
El campo colombiano sigue demostrando que tiene mucho que ofrecer más allá de la tradicional oferta turística. En La Mesa, Cundinamarca, la ‘Asociación Turística Ecopanche’ ha articulado un proyecto local que promueve experiencias auténticas, conectadas con la tierra, la historia y la biodiversidad de esta región del centro del país.
A través de rutas temáticas como la Cascada Salto de Las Monjas, los visitantes pueden caminar entre bosques nativos y refrescarse en aguas cristalinas, mientras conocen la historia natural del territorio. Para quienes disfrutan de los vestigios del pasado, la ‘Ruta Mesitas del Tren’ combina paisajes rurales con relatos ferroviarios que marcaron el desarrollo de esta zona en décadas pasadas.
Asimismo, la biodiversidad ocupa un lugar protagónico. La ‘Ruta de los Colibríes Tukui’ invita a recorrer senderos donde el avistamiento de estas aves se convierte en una experiencia educativa y respetuosa con el entorno.
Finalmente, no todo es movimiento, quienes prefieren actividades de descanso y bienestar encuentran en ‘Real Monte’ un espacio diseñado para reconectar con el cuerpo y la naturaleza, lejos de las interferencias urbanas.