Durante la jornada, diferentes municipios del departamento desarrollaron encuentros pedagógicos, foros y talleres que reunieron a estudiantes, docentes, familias y líderes comunitarios con un mismo propósito: abrir espacios de conversación franca sobre los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes.
En los conversatorios se resaltó que la educación sexual no puede reducirse a una asignatura aislada, sino que debe asumirse como un proceso integral que fortalezca la autoestima, fomente el respeto por el propio cuerpo y brinde herramientas prácticas para el autocuidado. Expertos invitados insistieron en que los adolescentes requieren información clara y accesible, que les permita identificar riesgos, tomar decisiones responsables y evitar situaciones que limiten su desarrollo personal y profesional.
La autonomía fue otro de los ejes centrales de la ‘Semana Andina 2025’. De acuerdo con los organizadores, reconocer a los jóvenes como sujetos de derechos implica garantizar que puedan decidir sobre su vida y su futuro sin presiones externas. “Prevenir no es prohibir, es acompañar. Se trata de abrirles puertas, no de cerrarlas”, señaló uno de los facilitadores del encuentro en Bojacá, subrayando que la confianza y el diálogo en familia son tan necesarios como las campañas institucionales.
Las actividades contaron con la participación activa de colegios rurales y urbanos, donde los estudiantes expresaron sus dudas e inquietudes a través de dramatizaciones, murales y proyectos culturales que reflejaron la visión que tienen sobre su presente y su porvenir. Estas iniciativas buscan romper estigmas y demostrar que hablar de sexualidad en los hogares y en las escuelas es una forma de proteger, no de incentivar prácticas de riesgo.