En las montañas de Soacha, entre sonidos de aves y caminos verdes, hay un lugar que guarda el alma del bosque.
A tan solo 49 kilómetros de la capital del país, a pocos kilómetros y lejos del bullicio de la ciudad, existe un refugio que resiste en silencio… pero con fuerza. Se trata de la Reserva Natural de la Sociedad Civil Boquemonte, una ONG colombiana que no solo protege un territorio, sino que también cultiva vida, esperanza y conciencia ambiental.
Quienes llegan a Boquemonte se encuentran con un paisaje sereno y lleno de color: bosques nativos, aire puro y un sinfín de aves que convierten el cielo en una sinfonía natural. Aquí se puede acampar bajo las estrellas, caminar por senderos ecológicos, hacer avistamiento de aves o simplemente sentarse a escuchar el susurro del viento entre los árboles. Para muchos, es el sitio perfecto para desconectarse del ruido y reconectarse con lo esencial.
La reserva está ubicada en el departamento de Cundinamarca, y hace parte de la Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil – RESNATUR, una organización que articula esfuerzos de conservación por todo el país, protegiendo los ecosistemas más valiosos de Colombia desde la gestión comunitaria y la sostenibilidad.
Su equipo, liderado por personas comprometidas con la tierra, como Juan Nicolás Ussa, Coordinador de Sostenibilidad Ambiental, trabaja cada día para garantizar que este pulmón verde siga siendo un espacio para la vida… y para quienes buscan refugio en ella.