Entre ellas, patios de acopio y escombreras sin sistemas de aislamiento ni manejo de aguas, lo que podría generar filtraciones de lixiviados contaminantes.
En una operación conjunta entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Fuerza Pública, fue suspendida una actividad ilegal de extracción de carbón de piedra en zona rural del municipio de Ráquira, Boyacá. La mina, que operaba de forma mecanizada y subterránea sin los permisos ambientales ni títulos mineros requeridos, fue intervenida por la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental – UIGA y la Dirección Regional Chiquinquirá de la CAR, con apoyo del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial de Colombia y la Policía de Boyacá.
Durante la diligencia, las autoridades encontraron maquinaria pesada, compresores eléctricos, una volqueta de gran capacidad y un sistema artesanal de extracción adaptado con tecnología rudimentaria. La infraestructura dejaba en evidencia una operación de gran escala que se extendía sobre un área aproximada de 3.940 metros cuadrados. Según la CAR, el punto intervenido no está incluido en ningún Plan de Trabajo y Obras (PTO) ni Plan de Manejo Ambiental (PMA), lo que confirma su ilegalidad.
La inspección también reveló afectaciones graves a los recursos naturales. Se evidenciaron daños al suelo, flora, cuerpos de agua y al paisaje, así como estructuras improvisadas sin manejo técnico ni control ambiental.
Ante esta situación, la CAR ordenó la suspensión inmediata de la explotación y el decomiso preventivo de un bulldozer tipo “Pajarita”. “Frente a daños ambientales como los evidenciados, la normatividad vigente permite aplicar multas que oscilan entre 100 y 50 mil salarios mínimos legales mensuales, además de ordenar el cierre definitivo del establecimiento”, precisó Yiber González, director regional Chiquinquirá de la CAR.
Durante el operativo, la Policía capturó a tres personas en flagrancia, quienes fueron puestas a disposición de la URI de la Fiscalía en Chiquinquirá para su respectiva judicialización.