Según la entidad, en el predio se crían aproximadamente 700 cerdos, cuya actividad estaba generando la acumulación de residuos líquidos y sólidos.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ordenó la suspensión preventiva de un criadero de cerdos en la vereda La Rambla, tras evidenciar malas prácticas ambientales que estaban afectando una quebrada cercana y poniendo en riesgo la calidad del recurso hídrico y los suelos del sector.
Durante una visita técnica, los profesionales constataron que los desechos eran vertidos directamente al suelo, saturándolo y generando condiciones propicias para la contaminación de fuentes hídricas ubicadas en niveles inferiores del terreno.
La directora regional Tequendama de la CAR, Nidia Cruz, explicó que algunos de los tanques de tratamiento instalados en el lugar presentaban colmatación, lo que impedía su correcto funcionamiento. “En la diligencia evidenciamos presencia de vectores como moscas, además de olores desagradables, producto de los residuos que no están siendo adecuadamente tratados”, afirmó.
Los inspectores también encontraron canales improvisados por donde escurren aguas residuales que terminan en corrientes naturales, poniendo en riesgo el equilibrio ecológico de la zona. Este tipo de prácticas subrayó la CAR, incumplen con los estándares ambientales que deben regir las actividades pecuarias para evitar daños irreversibles.
La medida adoptada es de carácter preventivo y transitorio, mientras se garantiza que las condiciones ambientales sean restauradas. La autoridad ambiental recordó que toda actividad porcícola debe contar con un manejo adecuado de sus residuos y cumplir con la normatividad vigente para proteger tanto el ambiente como la salud de las comunidades aledañas.