Ocho activistas permanecen detenidos mientras se define su situación migratoria, cuatro ya aceptaron la deportación voluntaria.
Ocho de los doce integrantes de la Flotilla de la Libertad fueron presentados ante tribunales israelíes, luego de ser detenidos por la Armada cuando intentaban romper el bloqueo naval contra Gaza. Entre los tripulantes se encontraban activistas de derechos humanos, médicos y periodistas que viajaban a bordo del velero “Handala”, interceptado en aguas internacionales el pasado domingo.
Las autoridades israelíes confirmaron que cuatro de los activistas aceptaron la deportación inmediata, entre ellos la reconocida activista climática sueca Greta Thunberg, quien declaró que había participado en la misión humanitaria para denunciar “el asedio inhumano sobre la población civil de Gaza”. El resto de los pasajeros enfrenta audiencias judiciales para determinar si serán expulsados del país o podrán apelar su retención.
Según portavoces del Ministerio del Interior de Israel, la decisión de deportar o no a los activistas dependerá del análisis de sus antecedentes, nacionalidades y la posible amenaza que representen para la seguridad del Estado.
En paralelo, organizaciones como Freedom Flotilla Coalition y Human Rights Watch han condenado la detención de los pasajeros y exigido su liberación inmediata.
Este nuevo episodio reaviva la tensión internacional sobre el bloqueo a Gaza y el tratamiento que Israel da a las misiones humanitarias. La Unión Europea, Noruega y Sudáfrica han solicitado explicaciones diplomáticas, mientras crecen las manifestaciones de apoyo a los activistas en diferentes capitales.