Una inyección de más de $3.500 millones llega a los municipios con mayores necesidades productivas para fortalecer el agro, asegurar alimentos y mejorar la economía rural.
Más de 2.000 pequeños y medianos productores rurales verán fortalecida su actividad agropecuaria con una inversión que supera los $3.582 millones. La iniciativa prioriza el crecimiento económico desde el campo, impulsando proyectos en zonas donde el agro es el motor de vida.
Esta inversión se traduce en siete convenios directos con municipios como Yacopí, Nocaima, Guayabal de Síquima y Ricaurte, donde se implementarán acciones como entrega de plántulas de alta calidad, mejoramiento genético bovino y asistencia técnica especializada.
También se reforzarán cultivos tradicionales como el fríjol, el maíz y el plátano, junto a una estrategia para apoyar la avicultura familiar, clave en la seguridad alimentaria de muchas veredas. El objetivo es mejorar ingresos, cosechas y calidad de vida.
Cinco memorandos de entendimiento complementan esta apuesta con recursos por $742 millones. Estos acuerdos permitirán prácticas sostenibles como la creación de biofábricas, bancos de forraje y repoblamiento del río Magdalena con peces.
Las acciones también impulsarán la ganadería y piscicultura en municipios como Paratebueno y Guatavita, fomentando sistemas productivos adaptados al cambio climático y más amigables con el medio ambiente.
Esta apuesta por el campo es promovida por la Secretaría del Agrocampesinado, como parte de una estrategia que pone en el centro a las familias rurales y busca generar impacto real en la economía de las regiones más apartadas del territorio.