En el municipio de Gutiérrez ya son 60 las familias campesinas que cuentan con una vivienda propia y digna, tras años de espera.
El proyecto contempla la entrega total de 100 casas rurales, que impactan directamente en las condiciones de habitabilidad en zonas apartadas. La más reciente entrega tuvo lugar en mayo y se prevé finalizar el proceso en julio, con la entrega de las 40 viviendas restantes. Las construcciones se desarrollan con materiales adaptados a las condiciones del territorio.
Las viviendas hacen parte de un plan de desarrollo heredado de una administración anterior, que actualmente presenta un ritmo de ejecución más acelerado. La continuidad del proyecto fue priorizada para garantizar su culminación según lo previsto.
Este avance habitacional es promovido por la Secretaría de Vivienda del departamento, que decidió dar continuidad a obras previamente iniciadas. “No paramos hasta sacarlo adelante”, aseguró Lino Pombo Torres, actual secretario del despacho.
El programa entrega viviendas a comunidades rurales que históricamente han enfrentado dificultades para acceder a soluciones de vivienda formal. La iniciativa se dirige a reducir la brecha habitacional en sectores con altos índices de vulnerabilidad.
Las familias beneficiarias, en su mayoría campesinas, acceden ahora a espacios seguros y funcionales, diseñados para responder a las condiciones de su entorno. Esta acción se enmarca en estrategias para favorecer la permanencia en el territorio rural.