Un ciudadano sufrió una crisis epiléptica en plena sala de espera de la farmacia Cruz Verde, ubicada en el centro de Girardot, Cundinamarca, mientras aguardaba la entrega de sus medicamentos. El hecho, presenciado por varios usuarios, generó alarma y evidenció nuevamente las fallas en la atención oportuna a pacientes con enfermedades crónicas.
Según testigos, la demora se habría originado por la falta de autorización de la EPS, lo que impidió la entrega inmediata del tratamiento necesario para controlar su condición neurológica. Ante la emergencia, el personal de la farmacia priorizó la salud del usuario, rompiendo los protocolos administrativos para suministrarle los medicamentos requeridos. Esta rápida reacción fue determinante para evitar que el cuadro clínico se agravara, mientras llegaba personal médico especializado.
El caso ha despertado preocupación entre la comunidad girardoteña y ha reavivado el debate sobre los retrasos en la entrega de medicamentos a pacientes con enfermedades de alto riesgo en Colombia. Las trabas burocráticas, la falta de articulación entre las EPS y los prestadores de servicios, y la desprotección de pacientes crónicos son, una vez más, objeto de críticas por parte de usuarios, organizaciones civiles y defensores del derecho a la salud.
Este no es un hecho aislado. En diferentes regiones del país se han reportado casos similares, especialmente en pacientes con epilepsia, cáncer y enfermedades autoinmunes, quienes deben enfrentar extensos trámites para acceder a tratamientos ordenados por sus médicos tratantes.
En redes sociales, los habitantes de Girardot han alzado su voz con etiquetas como #AyúdenosACompartir y #DerechoALaSalud, exigiendo respuestas inmediatas a la EPS y la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud. La ciudadanía reclama una reforma estructural urgente que garantice el acceso oportuno y digno a los servicios de salud, para que ningún colombiano ponga en riesgo su vida por esperar un medicamento al que tiene derecho.