Ubicado a una hora y 30 minutos de Bogotá, Neusa Hills es un ecohotel boutique situado en medio de un bosque nativo, que ofrece alojamiento en un entorno natural sin dejar de lado servicios de comodidad.
Rodeado por un bosque nativo, este lugar nace con una visión clara: ofrecer una experiencia que combine sostenibilidad, lujo consciente y conexión profunda con la naturaleza. Cada detalle, desde sus acogedoras habitaciones hasta sus espacios al aire libre, ha sido pensado para que los visitantes puedan desconectarse del ruido de la ciudad y reconectarse con lo esencial: la tranquilidad, el silencio y el bienestar integral. Aquí, el descanso no es un lujo, sino una forma de vida.
Más allá del alojamiento, Neusa Hills se convierte en el punto de partida ideal para explorar el turismo espiritual de Tausa. La Ruta de la Fe, con un recorrido de 6.7 kilómetros y un ascenso de 353 metros, invita a una caminata de mínimo dos horas, que va desde el Cerro de la Virgen hasta el Alto de Quita, donde se ubica la Capilla del Divino Niño, lugar en el que se celebra una eucaristía el cuarto sábado de cada mes, con una vista espectacular del pueblo nuevo y antiguo. También se puede visitar el histórico Templo Doctrinero, una construcción del siglo XVI, cargada de historia y misticismo, hecha en tapia pisada y cubierta de teja, uno de los templos doctrineros más antiguos de Colombia.
Para quienes buscan un viaje lleno de historia y cultura, Tausa ofrece múltiples joyas escondidas. Desde Neusa Hills se puede visitar la Ruta del Manantial Salinero, a tan solo 2 km del casco urbano, y adentrarse en el Pueblo Antiguo, un lugar lleno de nostalgia y encanto, con sus calles empedradas, casitas coloniales y relatos del pasado. Allí, la Piedra de Bolívar, marcada con fechas que rememoran el paso del Libertador, y el Mirador del Arco, se han convertido en lugares predilectos para capturar postales únicas. Además, en las inmediaciones se encuentra un sitio de arte rupestre, vestigio sagrado de la cultura indígena que habitó esta región antes de la llegada de los españoles.
El entorno natural de Neusa Hills también lo hace perfecto para los amantes del ecoturismo. A poca distancia se encuentra el Parque Embalse Neusa, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, un espacio ideal para acampar, hacer caminatas, alquilar botes, disfrutar de asados al aire libre o practicar pesca deportiva. En los días despejados, el humedal de Laguna Seca, ubicado a 3.670 m.s.n.m. en la vereda San Antonio, permite observar los imponentes Nevados del Ruiz y del Tolima. Y para los que desean ver el mundo desde lo alto, el Cerro El Santuario ofrece una panorámica inigualable del Páramo de Guerrero, Guargua y Laguna Verde.
Por último, Neusa Hills también es un excelente punto de encuentro para los aventureros que buscan adrenalina y contacto con la montaña. Las rutas de ciclomontañismo de Tausa son diversas y emocionantes: desde la Vuelta del Caracol y la Ruta del Chivo, hasta la exigente Vuelta al Infiernito. Cada una de estas rutas atraviesa paisajes andinos que combinan bosques, páramos y miradores naturales que parecen salidos de un sueño. Con esta amplia oferta turística —que va desde la meditación hasta la emoción extrema—, Neusa Hills y Tausa se posicionan como un destino imperdible para todo tipo de viajeros.