El pontífice argentino falleció en la Casa Santa Marta tras varios días de enfermedad. Su papado se caracterizó por reformas significativas dentro de la Iglesia Católica.
El Vaticano confirmó este lunes el fallecimiento del papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, a los 88 años, tras varios días de convalecencia por una neumonía. El deceso ocurrió a las 7:35 a. m. (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta, en Roma, según lo anunció el camarlengo, cardenal Kevin Joseph Farrel, mediante un videomensaje difundido por canales oficiales del Vaticano.
Francisco, primer papa latinoamericano y 266.º sucesor de San Pedro, fue reconocido por su liderazgo pastoral, su cercanía con los fieles y su impulso a reformas dentro de la Iglesia católica. Durante más de una década de pontificado, promovió iniciativas en favor de los sectores vulnerables, el fortalecimiento de la sinodalidad, y abordó temas como la diversidad sexual, el medioambiente y la economía global.
Su estado de salud se había deteriorado en los últimos meses, luego de varias hospitalizaciones por afecciones respiratorias, operaciones en el colon y problemas de movilidad. El pasado 14 de febrero fue ingresado de urgencia al Hospital Gemelli por una neumonía bilateral y, aunque recibió el alta días después, no logró superar el cuadro clínico que se agravó durante la Semana Santa.
El anuncio del fallecimiento fue acompañado por el repique de las campanas de la basílica de San Pedro, tradición que señala la muerte de un pontífice. Francisco fue el primer papa jesuita y el primero en elegir ese nombre, en honor a San Francisco de Asís.
Su pontificado fue ampliamente seguido tanto dentro como fuera de la Iglesia católica. En los próximos días se espera el desarrollo del protocolo de sede vacante y el anuncio del cónclave para elegir a su sucesor.