Aunque no presidió la misa de Pascua, el papa Francisco se dirigió a los fieles desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi y enviar un mensaje de paz al mundo.
El papa Francisco reapareció este Domingo de Pascua saludando a miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. Aunque no presidió la ceremonia litúrgica, sí participó al final del acto desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde impartió la bendición Urbi et Orbi y deseó una “feliz Pascua” a los asistentes.
El mensaje pascual fue leído en su nombre por el maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Diego Ravelli, e incluyó llamados urgentes a la paz en varias regiones del mundo. Francisco denunció la “dramática e indigna crisis humanitaria” en Gaza y pidió un cese al fuego inmediato: “Hago un llamado a las partes beligerantes: pidan un alto el fuego, liberen a los rehenes y acudan en ayuda de un pueblo hambriento que aspira a un futuro de paz”, expresó.
También mostró su preocupación por el creciente antisemitismo a nivel mundial, y defendió el derecho a la libertad religiosa y de pensamiento, asegurando que sin respeto mutuo, “la paz no es posible”. Después del mensaje, el pontífice recorrió la Plaza de San Pedro y la Vía de la Conciliación en el papamóvil, saludando a los fieles reunidos. Sentado en una silla elevada en la parte trasera del vehículo, Francisco fue aclamado con gritos de “¡Viva el Papa!” y ondear banderas de diversos países.Durante el recorrido, bendijo a varios bebés que fueron acercados por sus asistentes. La reaparición del Papa fue recibida con alegría por los fieles, en medio de preocupaciones recientes sobre su salud.