Con cuatro puntos de vacunación activos y brigadas de fumigación en marcha, Girardot entra en modo defensa ante el riesgo creciente de fiebre amarilla por brotes en zonas vecinas.
Desde este viernes, la ciudad de Girardot ejecuta un plan de acción urgente para evitar que la fiebre amarilla cruce su frontera. El aumento de casos y muertes en municipios de departamentos colindantes encendió las alarmas, y las autoridades locales comenzaron la aplicación masiva de vacunas en cuatro puntos estratégicos, reforzando además el stock para garantizar atención continua.
El operativo no se limita a inyecciones. En las calles de la Comuna 2, equipos de salud avanzaron con fumigaciones mediante termonebulizadores, una tecnología que libera una nube caliente capaz de eliminar al mosquito transmisor. Este viernes fueron intervenidos los barrios 20 de Julio y Alto de la Cruz, mientras nuevas zonas ya están en la mira para las próximas jornadas.
A la par, la comunidad recibió toldillos impregnados con repelente de alta duración, recomendados por la Organización Panamericana de la Salud. Cada uno promete hasta dos años de protección, o el equivalente a 20 lavadas, una barrera física que puede marcar la diferencia en hogares con mayor exposición al mosquito.El llamado es claro: la fiebre amarilla no da tregua, y aunque Girardot aún no reporta contagios, el cerco sanitario y de prevención ya está en marcha. La efectividad del plan dependerá también del compromiso ciudadano con la vacunación, el uso de barreras y la colaboración en las labores de control vectorial.