El gobierno de Estados Unidos anunció el despliegue de más de 600 militares adicionales en la frontera con México, como parte de sus esfuerzos para combatir la inmigración ilegal y el narcotráfico.
El Comando Norte de Estados Unidos informó que, de los 600 militares desplegados, 40 serán analistas de inteligencia de la Fuerza Aérea y 560 ingenieros del Ejército. Con este refuerzo, el total de tropas en la frontera sur asciende aproximadamente a 9.600. El número exacto de personal variará según las rotaciones y asignaciones adicionales.
La seguridad fronteriza ha sido una prioridad para el presidente Donald Trump, quien, el 20 de enero, al iniciar su segundo mandato, declaró emergencia nacional en la frontera con México. En una reciente comparecencia ante el Congreso, afirmó que el territorio mexicano adyacente a la frontera estadounidense está dominado por cárteles criminales, a los que acusó de representar una amenaza para la seguridad nacional de EE. UU.
En respuesta, su administración ha catalogado a seis grupos criminales mexicanos, incluido el cártel de Sinaloa, como organizaciones terroristas globales. Además, ha impulsado un plan contra la migración ilegal que contempla redadas, arrestos y deportaciones masivas. Desde su red Truth Social, Trump aseguró que “la invasión de nuestro país ha TERMINADO” y que la frontera está “CERRADA para todos los inmigrantes ilegales”.
Por su parte, el gobierno de México ha desplegado 10.000 soldados en la zona limítrofe como parte de una estrategia de cooperación con EE. UU., buscando evitar la aplicación de aranceles del 25 % a sus productos. Tras intensas negociaciones, Trump decidió pausar la medida hasta el 2 de abril, a la espera de avances en el control fronterizo.