Siete municipios del Oriente cundinamarqués fueron visitados por la gerente de la entidad comunal en el marco de la entrega de obras con capital social.
Durante esta semana, el equipo del IDACO, liderado por la gerente Erika Sabogal Castro, realizó intensas jornadas en los sectores rurales del oriente de Cundinamarca para entregar más de 20 placas huella a las comunidades. Estas obras, construidas por las Juntas de Acción Comunal con el apoyo de las administraciones municipales, hacen parte de la estrategia de inversión en infraestructura con capital social.
Las inauguraciones culminaron en Cáqueza, específicamente en la vereda Monruta, donde el presidente de la JAC, Víctor Emilio Rojas, junto con su comunidad, presentó la construcción de una placa huella de 92 metros. Esta mejora facilitará el acceso y la conexión entre el casco urbano y la vereda, beneficiando a más de 350 personas.
En la vereda Palo Grande, también en Cáqueza, se entregó otra placa huella bajo el liderazgo de la presidenta Yamile Rodríguez, quien, junto a los habitantes del sector, trabajó para mejorar la movilidad y el bienestar de su comunidad.
Además, con el respaldo de la alcaldesa Yolima Benito, en Cáqueza se llevaron a cabo dos mejoramientos de escuelas rurales en las veredas Santa Ana y Rincón Grande. Estas obras, impulsadas por los dignatarios y Asojuntas, encabezada por su presidente Andrés Benito, contribuirán al fortalecimiento de la educación en la región y al desarrollo social de las comunidades.
Gt RT