A solo dos horas de Bogotá, Viotá se consolida como un destino turístico lleno de historia, naturaleza y tradición. Su herencia cafetera, sus paisajes verdes y su proceso de reconciliación lo convierten en un lugar ideal para conocer la esencia rural de Cundinamarca.
Ubicado en la provincia del Tequendama, Viotá es un municipio reconocido por su riqueza natural y su papel como “capital cafetera de Cundinamarca”. A 567 metros sobre el nivel del mar, este destino combina el encanto de sus haciendas tradicionales con la calidez de su gente y una variada oferta turística que crece año tras año.
Entre sus principales atractivos se destacan los senderos ecológicos y cascadas como La Ruidosa, un paraíso natural perfecto para los amantes del ecoturismo. Las caminatas por el antiguo camino real hacia la vereda Cumacá permiten recorrer cafetales, quebradas y bosques, en un entorno lleno de aire puro y paisajes únicos.
El café es el protagonista en la vida de los viotunos. En haciendas como Ceylán, los visitantes pueden conocer todo el proceso del grano, desde la siembra hasta la taza, además de descubrir el único beneficiadero de cinco pisos en el país, una joya del patrimonio industrial colombiano. Este legado cafetero se celebra cada año durante el Festival de la Cultura Cafetera, un evento que reúne música, arte, feria ganadera y concursos de barismo, resaltando la identidad del municipio.
La gastronomía local también es un atractivo: el sancocho de gallina, el tamal y el café recién tostado son imperdibles en la mesa de sus habitantes. Además, Viotá ha sido ejemplo de transformación social, convirtiendo antiguos escenarios de conflicto en espacios de memoria y convivencia, impulsando así un turismo de reconciliación que invita a mirar el pasado con esperanza.
Hoy, Viotá se perfila como un destino completo para quienes buscan desconectarse del ritmo urbano y disfrutar de un entorno natural. Entre montañas, cafetales y tradiciones, este municipio cundinamarqués demuestra que el turismo puede ser una experiencia de aprendizaje, cultura y encuentro con lo esencial.








