La acción, llevada a cabo sin víctimas civiles, representa el tercer ataque ucraniano a esta infraestructura clave desde el inicio del conflicto.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció que ha llevado a cabo una operación especial que dañó los cimientos del puente de Kerch, que conecta la península de Crimea con Rusia continental.
La operación, que duró varios meses en su planificación, consistió en la colocación de 1.100 kilogramos de explosivos bajo el agua, los cuales fueron detonados a las 04:44, hora local del 3 de junio, sin causar víctimas civiles.
El jefe del SBU, Vasil Maliuk, supervisó personalmente la operación y declaró que el puente de Crimea es un objetivo estratégico, al haber sido construido para unir la península con Rusia y funcionar como arteria logística para el suministro al Ejército ruso. Maliuk enfatizó que “Crimea es Ucrania y lo será siempre”.
Este ataque representa el tercer intento de Ucrania por dañar el puente desde el inicio del conflicto. Los anteriores ocurrieron en 2022 y 2023, utilizando un camión bomba y drones, respectivamente. El puente de Kerch, inaugurado en 2018 por el presidente ruso Vladimir Putin, es una infraestructura clave para el transporte de suministros militares hacia Crimea y el sur de Ucrania.
Tras la explosión, el tráfico en el puente fue suspendido temporalmente, pero se reanudó horas después. Las autoridades rusas no han emitido comentarios oficiales sobre el incidente hasta el momento.