En un encuentro con altos mandos en Quantico, Donald Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, arremetieron contra lo que llaman liderazgo “políticamente correcto” en el Ejército y cuestionaron la inclusión de mujeres y oficiales con sobrepeso.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, participó junto a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, en una reunión con generales y almirantes en la base de Quantico, Virginia, donde plantearon la necesidad de “recuperar la fuerza combativa” del Ejército estadounidense. En el acto, criticaron a oficiales con sobrepeso, asegurando que “se ven mal dirigiendo comandos alrededor del mundo”.
Tanto Trump como Hegseth insistieron en que las fuerzas armadas deben “liberarse del liderazgo políticamente correcto” y abandonar la cultura denominada woke. El presidente subrayó que la inclusión de agendas de diversidad ha debilitado la moral y el carácter de combate de las tropas.
El discurso también puso en la mira la participación femenina en unidades de combate, al señalar que deberían regirse por “los mismos estándares físicos que los hombres”. La declaración ha generado polémica, pues sectores de veteranos y defensores de derechos civiles consideran que se trata de un retroceso en materia de igualdad de género dentro de la institución castrense.
Las reacciones no se hicieron esperar. La exsubsecretaria de Defensa para Políticas de Personal, Mara Karlin, afirmó en entrevista con The Washington Post que “se trata de un retroceso peligroso, porque la inclusión en el Ejército ha demostrado mejorar la cohesión y el desempeño en combate”. Por su parte, el general retirado Mark Hertling, excomandante del Ejército en Europa, advirtió en CNN que “despreciar a las mujeres y a oficiales con experiencia por razones físicas o ideológicas erosiona la credibilidad de las fuerzas armadas”.








