El conflicto entre Israel e Irán alcanzó nuevos niveles de gravedad este lunes, tras la muerte del jefe del Estado Mayor iraní, Ali Shadmani, en un bombardeo nocturno israelí en Teherán.
El Ejército de Israel confirmó que el ataque tuvo como blanco un centro de mando militar, y señaló a Shadmani como la figura más cercana al líder supremo, Ali Jamenei. La ofensiva se suma al asesinato de su antecesor, Gholam Ali Rashid, el pasado viernes en circunstancias similares.
En respuesta, Irán lanzó una nueva oleada de misiles sobre el centro y norte de Israel, alcanzando tanto instalaciones militares como civiles. Las autoridades iraníes anunciaron que los ataques continuarán durante toda la noche, mientras en Tel Aviv y Haifa se reportan nuevos daños estructurales y más de una docena de heridos.
El expresidente de EE.UU., Donald Trump, emitió una declaración desde su residencia en Mar-a-Lago, instando a evacuar Teherán de inmediato. “Irán tenía que haber firmado el acuerdo que les dije que firmaran. Qué lástima, y qué desperdicio de vidas humanas”, dijo, responsabilizando al régimen iraní por la escalada y pidiendo al Consejo de Seguridad Nacional estadounidense estar listo ante una posible emergencia regional.
En paralelo, medios internacionales reportaron incendios en tres buques frente al estrecho de Ormuz, una zona clave para el comercio de crudo, lo que incrementa la preocupación por un colapso logístico global. Las tensiones siguen aumentando sin señales de una tregua diplomática.