El presidente advirtió que podría invocar la ley para enviar al ejército a ciudades gobernadas por demócratas, si la justicia bloquea su intento de usar la Guardia Nacional en tareas de seguridad en Chicago y Portland.
En declaraciones a la prensa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “la Ley de Insurrección existe por una razón” y que no dudará en aplicarla si los tribunales detienen su plan de intervención. La norma, vigente desde 1807, autoriza al jefe de Estado a emplear fuerzas militares en territorio nacional cuando las autoridades locales no logran restablecer el orden, aunque su aplicación ha sido poco frecuente en la historia moderna del país.
El anuncio se produjo después de que un juez federal suspendiera temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional en Portland, al considerar que el Gobierno no presentó pruebas suficientes de una situación de rebelión que justificara la medida. En paralelo, el estado de Illinois y la ciudad de Chicago interpusieron una demanda para impedir que las tropas sean enviadas sin su consentimiento.
El constitucionalista Laurence Tribe, profesor emérito de la Universidad de Harvard, señaló que invocar la Ley de Insurrección “abriría una peligrosa puerta al uso político de las fuerzas armadas dentro del país”. En la misma línea, Barbara McQuade, exfiscal federal y docente de la Universidad de Míchigan, recordó que “la Constitución prohíbe al presidente usar al Ejército como fuerza policial salvo en casos extremos de rebelión real”.
El debate ocurre en medio de una creciente tensión entre el Gobierno federal y varios estados administrados por demócratas, que cuestionan el alcance de las facultades presidenciales en materia de seguridad interna. Las decisiones judiciales que surjan de estos casos podrían definir los límites legales del uso de fuerzas militares dentro del territorio estadounidense.