Estas minas estarían afectando aproximadamente 5 hectáreas de suelo, una quebrada y dos fuentes hídricas innominadas dentro de su zona de protección.
En Lenguazaque, Cundinamarca, fueron suspendidas las actividades de cuatro minas de carbón ubicadas en las veredas Faracia, sector Pantanitos y Ramada Alta, tras evidenciar afectaciones graves a fuentes hídricas, suelos y ecosistemas estratégicos.
Durante las inspecciones, técnicos identificaron vertimientos de aguas residuales con posibles compuestos contaminantes, acumulación de unas 1.000 toneladas de material residual, tala de bosque nativo y desviación de una quebrada que desemboca en el río Lenguazaque. Además, las minas operaban sin los permisos ambientales correspondientes.
“Tenemos el deber inaplazable de frenar actividades que están generando un daño irreparable a nuestros suelos, fuentes hídricas y ecosistemas estratégicos”, señaló Julio César Sierra León, director regional de la CAR en Ubaté.
Las autoridades hicieron un llamado a los propietarios y al sector productivo para trabajar de manera legal y responsable, destacando que el desarrollo sostenible debe garantizar el equilibrio entre el progreso económico y la protección de los recursos naturales.