La Superintendencia ordenó el cese inmediato de actividades de los establecimientos tras detectar graves deficiencias en sus sistemas eléctricos y de gas, que ponían en riesgo la seguridad de clientes y empleados.
La medida fue adoptada luego de las inspecciones realizadas los días 10 y 11 de septiembre, en las cuales se detectaron fallas que comprometían la seguridad de clientes, trabajadores y visitantes.
Entre las irregularidades encontradas, la entidad señaló la existencia de conductores eléctricos expuestos a daños físicos, la ausencia de protección contra sobrecargas, deficiencias en ventilación en zonas con gas combustible y uniones sin aislamiento anticorrosivo, además de la falta de dispositivos de seguridad exigidos por los reglamentos técnicos.
La SIC ordenó a la empresa propietaria, Inmaculada Guadalupe y Amigos S.A.S., suspender de inmediato todas las actividades económicas relacionadas con la prestación de servicios, incluyendo restaurante, bar, bailadero, venta de alimentos y realización de espectáculos. Asimismo, exigió presentar certificaciones que acrediten el cumplimiento de los reglamentos técnicos antes de levantar las medidas preventivas.
“La infracción a los reglamentos técnicos o el incumplimiento de las órdenes impartidas podrá dar lugar a multas de hasta dos mil salarios mínimos legales mensuales vigentes”, recordó la Superintendencia, citando el artículo 61 del Estatuto del Consumidor.
La autoridad reiteró que el cumplimiento estricto de estas normas es esencial para garantizar la seguridad de los consumidores y prevenir accidentes relacionados con electricidad o gas combustible.








