El sistema contará con trenes eléctricos y estaciones adaptadas para personas con discapacidad, garantizando una movilidad más incluyente.
El proyecto ferroviario avanza con una infraestructura incluyente y sostenible que transformará la movilidad entre Bogotá y los municipios de la Sabana de Occidente. Este sistema conectará a Facatativá, Madrid, Mosquera y Funza con la capital, reduciendo tiempos de desplazamiento y mejorando la calidad de vida de miles de personas. Además, contará con tecnología 100 % eléctrica, lo que disminuirá las emisiones contaminantes en la región.
De acuerdo con el gerente de la Empresa Férrea de Cundinamarca, Orlando Santiago Cely, en entrevista con El Tren de la Mañana, “cada tren tendrá áreas reservadas para sillas de ruedas, coches de bebé y asientos preferenciales para adultos mayores o personas con discapacidad. La accesibilidad también se garantizará en las estaciones mediante rampas, señalización en braille y torniquetes especiales”.
Actualmente, las obras progresan dentro del corredor férreo existente, lo que ha permitido mantener el flujo vehicular sin mayores afectaciones. Uno de los principales frentes de trabajo se concentra en el paso sobre la vía La Esperanza, en Mosquera, donde se construye un puente de 400 metros y una estación elevada con acceso en ambos costados.
El proyecto ha superado importantes retos técnicos y ambientales. Tras un proceso de concertación con el Gobierno Nacional, se adoptó un nuevo modelo de gestión ambiental que agiliza los trámites sin comprometer el cumplimiento de las normas ecológicas. Según el cronograma, el Regiotram de Occidente entrará en operación en octubre de 2027, convirtiéndose en un referente de movilidad limpia e incluyente para Cundinamarca y el país.








