La universidad enfrenta una ola de reacciones tras decisiones que impactan a miles de estudiantes nacionales y extranjeros.
Cientos de estudiantes protagonizaron este martes una masiva manifestación en el campus de la Universidad de Harvard, luego de que se anunciara la cancelación de todos los contratos financieros vigentes con la entidad, medida valorada en cerca de 100 millones de dólares. El anuncio, que tomó por sorpresa a la comunidad universitaria, afecta directamente a estudiantes becados, con préstamos o ayudas institucionales, quienes denuncian que su permanencia académica está en riesgo.
A la crisis financiera se sumó una decisión federal que agudizó el malestar: el Departamento de Estado de EE. UU. ordenó a las embajadas en todo el mundo suspender temporalmente las entrevistas para la expedición de visados estudiantiles. Esta medida ha generado alarma entre alumnos internacionales, quienes temen no poder ingresar al país para el próximo semestre académico. La Asociación de Estudiantes Internacionales de Harvard expresó su rechazo y calificó la decisión como “discriminatoria y devastadora”.
Durante la jornada, los manifestantes bloquearon accesos a edificios administrativos, portaron pancartas y exigieron explicaciones tanto a la rectoría de Harvard como al gobierno federal. “Nos están dejando sin futuro”, declaró Sarah Khan, estudiante de posgrado afectada por ambas decisiones. Varios docentes se sumaron a las protestas en solidaridad con sus alumnos.
La universidad no ha emitido comentarios adicionales, mientras que desde Washington se argumentó que las medidas responden a una “reestructuración financiera interna y ajustes migratorios temporales por razones de seguridad nacional”. Organizaciones civiles y académicas advierten sobre un impacto en la movilidad educativa global y en la continuidad institucional de la universidad.