Fenómeno de migración inversa representa un déficit humanitario según señaló el procurador para los Derechos Humanos, Néstor Osuna. Osuna lanzó alerta temprana para Colombia y Panamá.
El procurador para los Derechos Humanos, Néstor Osuna, lanzó una fuerte advertencia sobre la grave crisis humanitaria que se vive actualmente en el Tapón del Darién y otras zonas fronterizas, por el retorno masivo de migrantes colombianos. En lo que va de 2025, al menos 9 mil personas han sido devueltas desde Panamá, México y Costa Rica.
“Tenemos un problema humanitario inmenso con el retorno de migrantes”, expresó Osuna, al señalar que muchos de los connacionales que salen del país lo hacen en condiciones extremadamente precarias y terminan siendo deportados o rechazados sin garantías. La situación, según el funcionario, está generando una nueva presión sobre zonas ya afectadas por el conflicto y la pobreza.
Osuna también criticó el enfoque actual de la política migratoria regional. “Muchos de ellos vuelven sin recursos, sin redes de apoyo, y con un país que aún no está preparado para recibirlos dignamente”, afirmó. Además, hizo un llamado a las autoridades colombianas para que articulen una respuesta urgente y humanitaria.
El procurador instó a los países involucrados (Colombia y Panamá) a respetar los derechos humanos de los migrantes y aplicar protocolos que garanticen un retorno digno. “La migración no se detiene con represión ni con muros. Se gestiona con humanidad, con cooperación internacional y con desarrollo”, enfatizó.
Finalmente, Osuna pidió a la sociedad no estigmatizar a quienes retornan y entender que muchas veces se trata de personas que huyen de la violencia, el desempleo o el abandono estatal. “Estos compatriotas no son delincuentes ni una carga. Son ciudadanos que necesitan apoyo”, concluyó.