Autoridades y organismos internacionales analizan información de inteligencia que apunta a una posible cooperación entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el denominado Cártel de los Soles en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela.
De acuerdo con reportes de inteligencia compartidos entre agencias de distintos países, esta posible alianza tendría como objetivo facilitar corredores para el tráfico de cocaína, proveer refugios seguros y desarrollar actividades ilícitas en zonas como Catatumbo, Apure, Táchira y Zulia.
Se investiga si estas estructuras han establecido vínculos con actores externos, incluyendo células vinculadas a organizaciones extremistas de alcance internacional.
Informes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señalan que, entre 2019 y 2023, la superficie de cultivos de coca en Colombia aumentó un 43 %, pasando de 154.000 a más de 220.000 hectáreas, mientras que en la región andina se incrementó la producción de cocaína destinada a mercados en África Occidental, Europa y Oriente Medio. Las rutas identificadas incluyen pasos por zonas de frontera terrestre y fluvial controladas parcialmente por grupos armados.
La presunta cooperación investigada también estaría vinculada con actividades de lavado de activos y exportaciones ilícitas hacia mercados internacionales. Organismos de seguridad han advertido que, en América Latina, el crecimiento de redes de narcotráfico ha coincidido con un aumento en el uso de drogas sintéticas, especialmente metanfetaminas, lo que amplía el alcance de estas estructuras más allá de la cocaína.
Autoridades internacionales recomiendan fortalecer la cooperación transfronteriza, intercambiar información operativa y reforzar el control territorial en áreas de alto riesgo. Las investigaciones continúan bajo reserva, sin que hasta el momento se hayan emitido pronunciamientos definitivos sobre la existencia o alcance de una alianza formal entre el ELN y el Cártel de los Soles.