El atentado, atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN), se produjo pocas horas después de que Ecopetrol advirtiera sobre un posible desabastecimiento de gas en la región oriental del país, debido a la interrupción del suministro tras el ataque ocurrido el lunes 26 de agosto.Este oleoducto, que ha sido blanco de más de 1.500 atentados en las últimas tres décadas, es crucial para el transporte de petróleo y gas en Colombia.El derrame de petróleo ha contaminado fuentes hídricas esenciales para las comunidades locales, exacerbando la crisis humanitaria en la zona.En respuesta a este nuevo acto de violencia, Ecopetrol activó su plan de emergencia, implementando una serie de medidas para controlar el derrame y mitigar el impacto ambiental.La compañía también ha iniciado acciones para asegurar el suministro de agua potable a las comunidades afectadas, mientras se realizan censos para evaluar los daños ocasionados.
Por: Dana Correal