La Organización Nacional Indígena de Colombia encabeza un círculo de la palabra, con servidores de Prosperidad Social, para exponer y discutir sobre las barreras y los retos en la garantía y reparación de derechos de la población indígenaEl Departamento de Prosperidad Social y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) comenzaron un plan de trabajo articulado para desmontar barreras que impiden el acceso de la población indígena a las soluciones del Estado, especialmente en superación de pobreza y lucha contra el hambre.La subdirectora de programas y proyectos de Prosperidad Social, María Fernanda Rojas, dijo que para la entidad es fundamental tener comunicación con los representantes de las comunidades indígenas sobre proyectos y programas para el desarrollo del territorio.“Queremos concretar acciones con la ONIC y otras organizaciones indígenas, desde el conocimiento de los pueblos y sus necesidades, para ayudar a resolver los problemas urgentes y los estructurales. La entidad va a ayudar a derribar barreras que todavía excluyen a la población indígena de la oferta social del Estado”, manifestó.La entidad fortalece una ruta de trabajo que ya atiende a más de 620.000 beneficiarios de comunidades indígenas, principalmente con programas de transferencias monetarias. A corte de julio pasado, destinó más de $108.000 millones del presupuesto anual de transferencias a atención de beneficiarios indígenas. En lo corrido del actual periodo de Gobierno, los programas de transferencias han apoyado a 951.000 beneficiarios de las comunidades indígenas, en lo que la entidad ha invertido $685.270 millones.El consejero general de la ONIC, Jaizareama Gerardo Jumí Tapias expuso dos problemas que requieren atención prioritaria. El primero es la pobreza. Los niveles son mucho mayores en la población indígena que en el resto de la población: en 2023, la pobreza monetaria para población indígena fue de 58,4 %, muy por encima del 33,0 % total nacional (25,4 puntos porcentuales más) y del 30,7 % para la población sin autorreconocimiento étnico (27,7 puntos porcentuales más), de acuerdo con el DANE.El segundo son las barreras institucionales, que se expresa, por ejemplo, en falta documentación, cedulación y registro. “Son barreras primarias. Necesitamos coordinar de manera armónica con las instituciones para certificar la existencia y representación de los cabildos. Esa documentación le servirá a Prosperidad Social para implementar sus beneficios a poblaciones y comunidades indígenas”, explicó Jumí.Según el consejero, el trabajo articulado con Prosperidad Social servirá para adaptar normativamente la institucionalidad y hacer una adecuación para aumentar la cobertura en población indígena.La subdirectora de Prosperidad Social celebró, además, el aporte de este trabajo conjunto para el fortalecimiento y ajuste de programas, desde el principio de enfoque diferencial que está reforzando la entidad.“Proyectos como los Puntos de Abastecimiento Solidario (PAS) se implementan reconociendo la diversidad cultural y la diversidad del territorio. La visión de los pueblos indígenas enseña que, si vamos a construir, debemos hacer las infraestructuras en armonía con la naturaleza y el entorno, por ejemplo”, dijo Rojas.
Por: Tatiana Linares