El contrato, adjudicado en 2016 bajo la administración de Peñalosa, incluía la construcción de dos nuevos centros asistenciales con una inversión de $460.000 millones. Sin embargo, el agente interventor de la Subred Centro-Oriente rompió unilateralmente el acuerdo, llevando a la liquidación del proyecto y avivando el debate entre restauración y modernización.Petro defiende la liquidación, argumentando que el San Juan de Dios debe preservarse como patrimonio cultural e histórico. Peñalosa, por su parte, acusa al presidente de frenar el desarrollo hospitalario, afirmando que la medida “mata” los planes para un nuevo hospital en la capital.Mientras tanto, el secretario de Salud de Bogotá, Gerson Bermont, ha manifestado la disposición de la ciudad a negociar con el Gobierno Nacional el futuro del hospital.Bermont también ha abordado temas clave como el presupuesto y la intervención en la Subred Centro-Oriente, buscando un equilibrio entre la salud pública y la preservación patrimonial.El alcalde Carlos Fernando Galán, ha calificado la intervención de la Supersalud en la subred como arbitraria, intensificando la polémica en torno al futuro del San Juan de Dios.
Por: Dana Correal