El artista falleció a los 83 años en la ciudad de Bogotá, luego de enfrentar una dura batalla contra el cáncer.
La televisión y el arte colombiano están de luto tras la muerte del reconocido actor Gustavo Angarita, una de las figuras más influyentes en la historia escénica del país. Su deceso fue confirmado por familiares y colegas, quienes expresaron mensajes de profunda admiración y despedida a través de las redes sociales.
El actor, recordado por su participación en producciones como Bella Calamidades, La Estrategia del Caracol, Bolívar soy yo, La Saga, negocio de familia y El cartel de los Sapos, fue un referente de la actuación nacional durante más de cinco décadas. A lo largo de su carrera, recibió dos premios India Catalina, dos TvyNovelas y el reconocimiento ‘Toda una Vida’ del Colombian Film Festival de Nueva York, consolidando un legado artístico que trascendió generaciones.
En abril de 2025, su hijo Gustavo Angarita Jr. había revelado que el actor se encontraba bajo cuidados paliativos en la Clínica Colombia, debido al avance de su enfermedad. “Después de los aplausos viene el silencio, pero el rugir de este gran público culto, desvanecido en el tiempo, nunca se podrá olvidar”, escribió en una publicación que preocupó a los seguidores del artista y anticipó el difícil momento que atravesaba su familia.
Angarita inició su vida universitaria en la Universidad Nacional de Colombia, donde estudió Derecho y Filosofía antes de descubrir su verdadera vocación en los escenarios. Fue miembro de emblemáticas agrupaciones como La Candelaria y el Teatro Popular de Bogotá (TPB), participando en montajes como ‘Ricardo III’ y ‘La ópera de los tres centavos’. Su talento lo llevó al cine y la televisión, donde se convirtió en un símbolo de entrega, disciplina y autenticidad.
“El legado de Gustavo Angarita queda tallado, como sus esculturas, en la memoria del arte colombiano y en el corazón de quienes tuvimos el privilegio de amarlo”, expresó su sobrina en un mensaje de despedida. Hoy, el teatro baja el telón en señal de duelo, pero su voz y sus personajes permanecerán vivos en cada escenario, recordando que la verdadera inmortalidad del arte está en quienes lo entregan todo por él.








