La capital de Haití, Puerto Príncipe, permanece inmovilizada por segundo día consecutivo debido a las amenazas de bandas armadas que ejercen control sobre el 80% de la ciudad. Esta situación ha forzado el cierre del principal aeropuerto, las escuelas y una gran cantidad de instituciones públicas y privadas, generando un ambiente de temor entre la población.La violencia en la ciudad ha alcanzado niveles críticos, con incidentes reportados en barrios clave y un aumento en los desplazamientos internos. Según la ONU, esta crisis afecta gravemente la distribución de ayuda humanitaria, ya que la inseguridad dificulta el acceso al puerto y al aeropuerto, principales puntos logísticos para el ingreso de suministros esenciales.Ante esta escalada, el gobierno haitiano ha pedido apoyo internacional para enfrentar la crisis de seguridad. No obstante, los esfuerzos se ven limitados por la falta de recursos y la creciente influencia de las bandas armadas. La comunidad internacional ha expresado su preocupación, mientras expertos advierten sobre el riesgo de un colapso total de la institucionalidad en Haití.
Por: Alfredo Vidal