La funcionaria dijo declararse víctima de abuso de poder y hostigamiento, para forzarla a renunciar y que el mandatario evite tener que delegar, en ella, temporalmente la presidencia, en caso de que decida presentarse a la reelección.En la videoconferencia dijo: “yo sí temo por mi vida, más todavía en el momento en el que estoy. Hoy responsabilizo mucho más al presidente Daniel Noboa Azín, y a sus ministros, por cualquier atentado o ataque contra mí o mi familia, o contra el equipo de trabajo cercano que tengo”.Agregó,”por supuesto que me siento amenazada, (…) se han dedicado a perseguirme a mí y a mis colaboradores. Han tenido que cambiarse de domicilios y de líneas telefónicas. Han recibido mensajes persecutorios. Tengo ataques cibernéticos no sólo a mis redes personales, sino a las redes institucionales”.Entre esas presiones mencionó la retirada de su seguridad personal y la detención y encarcelamiento de su hijo Sebastián Barreiro, por una denuncia de corrupción en las oficinas de la Vicepresidencia, quien estuvo en prisión preventiva, durante alrededor de tres semanas, en la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, y de la que salió tras pagar una fianza de 20.000 dólares.La relación entre el presidente y la vicepresidenta está fracturada desde la campaña electoral de 2023 sin que los motivos estén claros, aunque se cree que es porque en una de sus primeras decisiones como mandatario, la envió como embajadora a Israel.
Por: Zaira Herrera