En un giro significativo en el conflicto entre Ucrania y Rusia, Kiev utilizó por primera vez misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para atacar objetivos en la región de Bryansk, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Este movimiento marca una escalada en la guerra y genera preocupaciones sobre la participación directa de potencias extranjeras.La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, calificó la acción como una “participación directa” de Estados Unidos en el conflicto, prometiendo una respuesta “adecuada y tangible”. El Kremlin ha endurecido su postura, con Vladimir Putin ampliando las condiciones para el uso de armas nucleares en caso de apoyo extranjero a Ucrania.El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, defendió la decisión y afirmó que los misiles son una herramienta clave para debilitar la infraestructura militar rusa. Mientras tanto, la comunidad internacional, dividida entre críticas de China y Corea del Norte, y el apoyo de países europeos como Polonia, observa con preocupación el riesgo de una escalada mayor en la región.Este nuevo desarrollo pone en relieve los riesgos de la guerra y plantea interrogantes sobre el futuro de la estabilidad global en un conflicto cada vez más complejo.
Por: Alfredo Vidal