Justin Welby, arzobispo de Canterbury y líder espiritual de la Iglesia Anglicana, presentó su renuncia el pasado 12 de noviembre tras ser vinculado al encubrimiento de abusos cometidos por el abogado John Smyth. Smyth, asociado a la iglesia, fue señalado por abusar de al menos 100 menores entre las décadas de 1970 y 1980, según un informe independiente publicado recientemente.El informe reveló que las denuncias contra Smyth fueron conocidas por altos mandos de la Iglesia Anglicana desde 1982, pero no se actuó oportunamente para proteger a las víctimas. El abogado, fallecido en 2018, utilizaba su posición para someter a jóvenes a castigos físicos extremos y abusos sistemáticos. Welby, quien trabajó en instituciones vinculadas a Smyth durante ese periodo, admitió haber tenido conocimiento de las acusaciones pero no haber actuado de forma efectiva.Welby, de 68 años, asumió el liderazgo de la Iglesia Anglicana en 2013, siendo una figura clave en temas de modernización y reconciliación. Sin embargo, su renuncia subraya las profundas fallas en la gestión de denuncias de abuso dentro de la institución. “Reconozco mi responsabilidad y mi incapacidad para abordar adecuadamente las acusaciones. Es hora de dar un paso al costado y permitir cambios estructurales que protejan a los más vulnerables”, declaró en su comunicado oficial.La renuncia ha generado un fuerte impacto en la comunidad anglicana, con llamados a una reforma profunda que garantice mayor transparencia y responsabilidad. Según cifras de la organización Child Abuse Prevention, solo en el Reino Unido se registraron más de 5.000 denuncias de abuso sexual en instituciones religiosas en la última década. Este caso se suma a una creciente lista de escándalos que han sacudido la credibilidad de las iglesias a nivel mundial.
Por: Alfredo Vidal