El líder, identificado como Paul Mackenzie, fue arrestado después de que las autoridades descubrieran que más de 100 seguidores de su secta murieron por inanición en un campamento remoto.Mackenzie, quien se autoproclamó profeta, convenció a sus seguidores de ayunar hasta la muerte para “encontrarse con Dios”. La investigación reveló que muchos de los fallecidos eran mujeres y niños, aumentando la gravedad del caso.El juicio, que comenzó esta semana, ha sido objeto de gran atención mediática y ha generado debates sobre la libertad religiosa y los límites de las prácticas religiosas, organizaciones de derechos humanos han expresado su indignación y han instado al gobierno de Kenia a tomar medidas más estrictas para evitar que incidentes similares ocurran en el futuro.Por otro lado, la fiscalía está presentando pruebas de cómo Mackenzie utilizó su influencia para controlar y manipular a sus seguidores, llevando a la tragedia masiva.
Por: Alfredo Vidal