Los candidatos se enfrentaron por primera vez en público y ante las cámaras de la cadena CBS por 90 minutos y al contrario de lo que esperaban los espectadores, el debate transcurrió de forma pacífica.Al iniciar los dos posibles vicepresidentes fueron cordiales entre sí, centrándose principalmente en sus diferencias políticas. Por un lado, Vance criticó repetidamente a la vicepresidenta Kamala Harris por la seguridad fronteriza, mientras que Walz arremetió contra el expresidente Donald Trump por el derecho al aborto.Además, Vance y Walz hablaron sobre la violencia armada en Estados Unidos, coincidiendo en que es mala, está empeorando y debe abordarse, especialmente en las escuelas. Ante esto Vance hizo referencia a lo lamentable del hecho.“Creo que tenemos que aumentar la seguridad en nuestras escuelas”, afirmó. A lo que Walz respondió: “¿Quieren que sus escuelas se endurezcan hasta parecer un fuerte?”, enfocándose es que no es endurecer sino prevenir.Tanto Vance como Walz se enfocaron en presentar sus capacidades, evitando ataques personales. En lugar de criticar abiertamente a Vance, Walz intentó retratarlo como alguien razonable, en contraste con Trump. “Creo que el senador Vance quiere resolver esto”, dijo sobre la inmigración, “pero al estar junto a Donald Trump, se convierte en un punto de discusión más”.Por su parte, Vance también expresó su acuerdo con Walz en algunos temas y evitó aprovechar los momentos menos sólidos de su adversario. Ambos candidatos parecían creer que el debate no cambiaría mucho la carrera, y optaron por mostrar su competencia en lugar de caer en discusiones acaloradas.
Por: Zaira Herrera