La crisis migratoria en el mar Mediterráneo central ha alcanzado niveles trágicos, con alrededor de 2.200 personas desaparecidas o fallecidas en 2023, convirtiéndose en el año más mortífero para esta ruta desde 2017.Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado la inacción deliberada de los Estados europeos y su indiferencia al sufrimiento humano, agravando el número de muertes en el mar.En el informe “Nadie vino a rescatarnos”, MSF, documenta casos de ineficacia y retrasos en los rescates por parte de los estados costeros europeos, que han puesto en peligro la vida de miles de personas, los equipos de MSF a bordo del buque de rescate Geo Barents han recogido datos médicos y operativos que evidencian cómo estas prácticas fronterizas violentas contribuyen a la crisis.En 2023, el número de personas que llegan a las costas italianas a través de la ruta del Mediterráneo central se ha duplicado en comparación con el año anterior, con Túnez superando a Libia como principal punto de partida.La falta de recursos estatales de salvamento ha llevado a un incremento de embarcaciones en peligro y naufragios, resultando en una media de ocho personas muertas o desaparecidas cada día.Las políticas migratorias de la Unión Europea han resultado letales al anteponer medidas restrictivas sobre los derechos humanos. En 2023, la detención de seis buques de rescate de ONG ha agravado la falta de operaciones de salvamento en el Mediterráneo central.
Por: Alfredo Vidal