África está enfrentando una crisis sanitaria alarmante con la propagación del mpox variante de la viruela del mono, que ha cobrado la vida de al menos 622 personas y ha dejado más de 22.800 infectados en trece países del continente desde enero.Este aumento drástico de casos, ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una alerta sanitaria internacional, subrayando la gravedad de la situación y la necesidad urgente de intervención.En la última semana, se han reportado casi 4.000 nuevos casos y 81 muertes adicionales, lo que representa un incremento significativo en la tasa de mortalidad y la propagación de la enfermedad.La mayoría de los casos se concentran en la República Democrática del Congo, donde se ha identificado una nueva variante más contagiosa del virus, brote que ha puesto en jaque los sistemas de salud de la región, que ya enfrentan desafíos en la vigilancia epidemiológica y en el acceso a recursos médicos adecuados.Se han prometido alrededor de 380.000 dosis de vacunas por parte de socios occidentales, como la Unión Europea y los Estados Unidos, pero esta cantidad representa menos del 15% de las dosis necesarias para controlar los brotes en las áreas más afectadas, como el Congo. Las primeras dosis se esperan para septiembre, pero la distribución y administración en un entorno tan complejo sigue siendo un desafío monumental.A pesar de los esfuerzos internacionales, la llegada de vacunas al continente ha sido limitada y lenta.
Por: Alfredo Vidal