Khalid Sheikh Mohammed, el principal planificador de los ataques del 11 de septiembre, ha acordado declararse culpable, poniendo fin a un largo proceso judicial y afectando a muchas familias de las víctimas.
Khalid Sheikh Mohammed, conocido como el cerebro detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha llegado a un acuerdo para declararse culpable.
Este acuerdo marca un antes y un después en uno de los procesos judiciales más largos y complejos de la historia moderna, que ha mantenido en vilo a las familias de las casi 3,000 víctimas durante más de dos décadas.
La decisión de Mohammed, de admitir su culpabilidad, podría acelerar la resolución del caso y traer algún tipo de cierre a aquellos que perdieron a sus seres queridos en los ataques.
En el marco de este acuerdo, Mohammed ha aceptado su responsabilidad en la planificación y ejecución de los atentados que derribaron las Torres Gemelas, dañaron el Pentágono y provocaron la caída del Vuelo 93 en Pensilvania.
Esta admisión se produce después de años de procedimientos judiciales en la prisión de Guantánamo, donde ha estado detenido desde su captura en 2003. Las autoridades han señalado que este acuerdo podría evitar un largo y doloroso juicio, proporcionando una forma más rápida de justicia para las familias de las víctimas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, y las autoridades militares, han trabajado conjuntamente para lograr este acuerdo, que aún requiere la aprobación final de los jueces militares. Las familias de las víctimas han reaccionado con una mezcla de alivio y dolor, ya que aunque se avanza en la obtención de justicia, las heridas emocionales y psicológicas de los atentados siguen presentes.