El evento reunió a 29 líderes internacionales, incluyendo a Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Robert Fico (Eslovaquia), en una muestra de los vínculos internacionales de Moscú en medio de su distanciamiento de Occidente.
Rusia conmemoró el 80.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi con un imponente desfile militar en la Plaza Roja, presidido por el presidente Vladímir Putin y acompañado por el mandatario chino Xi Jinping.
Durante la ceremonia, más de 11.000 soldados marcharon, incluyendo tropas rusas y chinas, simbolizando la creciente cooperación militar entre ambos países. El desfile exhibió una amplia gama de armamento, desde tanques y drones hasta misiles nucleares, muchos de los cuales han sido utilizados en el conflicto en Ucrania.
En su discurso, Putin equiparó la actual “operación militar especial” en Ucrania con la lucha contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, afirmando que Rusia enfrenta una amenaza similar y que la victoria es inevitable. Este mensaje fue respaldado por Xi Jinping, quien, en su visita de Estado, firmó más de 20 acuerdos bilaterales con Rusia, fortaleciendo la asociación estratégica entre ambas naciones.
La presencia de líderes de países como Corea del Norte, Irán y varios estados africanos y asiáticos subrayó la intención de Rusia de mostrar una red de apoyo global. Sin embargo, la ausencia de representantes de la mayoría de las naciones occidentales evidenció las tensiones actuales, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania.
A pesar de una anunciada tregua, Ucrania reportó ataques rusos durante el desfile, calificando el evento como una maniobra propagandística para justificar la invasión. Simultáneamente, líderes europeos se reunieron en Lviv y Oslo para discutir nuevas sanciones contra Rusia y la creación de un tribunal internacional para juzgar crímenes de guerra.
El desfile del Día de la Victoria de 2025 no solo conmemoró una fecha histórica, sino que también sirvió como plataforma para que Rusia reafirmara su posición en el escenario internacional, en medio de un conflicto que continúa polarizando al mundo.