Un nuevo modelo de intervención habitacional se implementará en zonas apartadas del departamento, con participación directa de las comunidades locales.
Un nuevo convenio permitirá mejorar 750 viviendas rurales en municipios donde cientos de familias viven aún en condiciones precarias. La estrategia se centra en reducir el déficit habitacional y mejorar las condiciones de vida en las zonas más alejadas.
Las obras se ejecutarán directamente por las Juntas de Acción Comunal, las cuales seleccionarán a las familias más necesitadas. Este enfoque busca fortalecer el tejido comunitario y generar soluciones desde la base social.
La iniciativa se desarrollará en municipios con altos niveles de pobreza y necesidades básicas insatisfechas. Las intervenciones se harán hasta el 31 de diciembre de 2025 y contarán con apoyo técnico, jurídico y financiero.
Con una inversión de $10.251 millones, el proyecto busca promover la participación ciudadana. No habrá grandes contratistas; serán los vecinos los encargados de transformar su entorno.
El modelo es promovido por Jorge Emilio Rey, quien plantea una nueva forma de hacer política pública desde la comunidad. Según cifras oficiales, más del 25% de las viviendas rurales tienen carencias estructurales.