Con 44 obras en marcha y programas como Alcantarillado al Campo y Agua a la Vereda, miles de familias han mejorado su calidad de vida.
Más de 800 comunidades rurales en Cundinamarca ya cuentan con agua potable gracias a proyectos que han transformado la vida en el campo. Estas iniciativas han logrado reducir las brechas de acceso al recurso vital en zonas que durante años han enfrentado dificultades para obtenerlo.
En el último año, se entregaron 20 obras de acueducto en 14 municipios y actualmente hay 44 proyectos en marcha, de los cuales 16 estarán listos en el primer semestre de 2025. Los trabajos hacen parte de programas que buscan llevar agua potable y alcantarillado a las áreas rurales más afectadas por la falta de servicios básicos.
Uno de los programas destacados es Alcantarillado al Campo, que ha beneficiado a 6.952 habitantes en 24 municipios. Este proyecto ha permitido consolidar 28 sistemas de alcantarillado rural, mejorando las condiciones sanitarias y reduciendo riesgos de salud en las comunidades.
Por otro lado, el proyecto Agua a la Vereda ha llevado agua potable a 802 comunidades en 100 municipios, logrando un aumento en la cobertura de entre el 1,3% y el 1,5%. Esto ha significado un cambio positivo en la vida diaria de cientos de familias que antes debían recorrer largas distancias para conseguir agua segura.
Cundinamarca es una de las regiones más ricas en recursos hídricos del país, con más de 330.000 hectáreas de páramos y 386.000 de ecosistemas hídricos. Sin embargo, el acceso al agua potable en las zonas rurales sigue siendo un desafío, y estos proyectos buscan cerrar esa brecha histórica.
Gracias a estos avances, muchas familias ahora pueden acceder a agua limpia y segura en sus hogares, mejorando su salud, calidad de vida y bienestar general. La continuidad de estos proyectos permitirá seguir llevando agua potable a más comunidades rurales en el departamento.