La vacunación y el autocuidado son las principales estrategias para contener enfermedades que ya afectan a miles de habitantes en municipios como Girardot, Soacha y Zipaquirá.
Más de 2.100 casos de dengue han sido confirmados en lo corrido del año, mientras se reporta un leve incremento de infecciones respiratorias. Las cifras reflejan una realidad que ya se vive en varios municipios de alta concentración poblacional como Soacha, Cajicá, Chía y Zipaquirá.
Estas enfermedades han encontrado un terreno fértil con la llegada de la primera ola invernal del año. A pesar del aumento de casos, la demanda en hospitalizaciones y consultas externas ha bajado gracias a la cultura de autocuidado adquirida durante la pandemia.
Las jornadas de vacunación siguen activas y están disponibles para toda la población, con prioridad para niños, adultos mayores y personas con enfermedades de base. Las vacunas contra la influenza, el COVID-19 y la fiebre amarilla están siendo aplicadas en centros de salud locales.
En el caso del dengue, Girardot, Fusagasugá, Ricaurte, Villeta y El Colegio son los municipios más afectados. Allí se han confirmado más de 2.100 casos, pero sin fallecimientos hasta el momento, lo que representa una tasa de mortalidad inferior al promedio nacional.
Se han aplicado más de 115.000 dosis de vacuna contra la fiebre amarilla en 21 municipios considerados de alto loriesgo, por su cercanía a regiones con brotes confirmados. Esta acción es promovida por la Secretaría de Salud, que además declaró la alerta mediante el Decreto 086.
La comunidad ha sido clave en la prevención, mediante el uso de toldillos, la recolección de objetos inservibles y la fumigación. Estas medidas buscan frenar la propagación del mosquito transmisor y proteger la salud de todos los habitantes, especialmente en zonas vulnerables.