Más del 75 % de los participantes fortaleció su conocimiento ambiental, al identificar ecosistemas estratégicos, reconocer el hábitat del oso de anteojos y aprender acciones frente al cambio climático.
La educación ambiental en Cundinamarca ahora viaja sobre ruedas. Las Aulas Móviles Ambientales de la CAR han recorrido 12 mil kilómetros para llegar hasta 74 municipios, incluso en veredas de difícil acceso, con el propósito de enseñar sobre biodiversidad, cuidado del agua, manejo de residuos y cambio climático.
Según la entidad, más de 15 mil personas ya han participado en esta estrategia, la mayoría niños y adolescentes de cerca de 200 colegios. También se han vinculado campesinos, docentes, líderes comunitarios y juntas de acción comunal.
“Estamos felices de compartirles que nuestra estrategia ha llegado a más de 15 mil visitantes y más de 200 instituciones educativas. Nuestras aulas móviles han recorrido 12 mil km para llegar a 74 municipios de nuestro territorio”, señaló Alfred Ballesteros, director de la CAR.
Un estudio de impacto mostró que quienes participaron en las jornadas mejoraron notablemente su conocimiento ambiental: 55 % aprendió a identificar los ecosistemas estratégicos de la región, casi 50 % supo dónde habita el oso de anteojos y más del 75 % entendió cómo enfrentar el cambio climático.
Además de las actividades pedagógicas, las aulas móviles también han servido como ventanilla de atención ciudadana. Allí se han atendido 464 personas y radicado 219 solicitudes relacionadas con derechos de petición.
Ballesteros insistió en que “no sirven de nada las obras de infraestructura si no logramos mejorar la educación de los ciudadanos con respecto a nuestros recursos naturales”, y recalcó que el objetivo es que las comunidades no solo aprendan, sino que repliquen las prácticas de conservación en su vida cotidiana.