Cundinamarca concentra 34 de los 38 puntos críticos identificados por la ANI en la vía Bogotá–Villavicencio, afectados por las intensas lluvias de las últimas semanas.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) continúa atendiendo los estragos causados por la ola invernal en la vía Bogotá–Villavicencio. Se han identificado 38 puntos críticos, 34 en Cundinamarca y 4 en el Meta, garantizando la movilidad en este corredor vital. Las acciones han sido ejecutadas de forma inmediata para mitigar el impacto de las emergencias.
En coordinación con INVÍAS, se firmaron convenios por $40.000 millones para intervenir zonas prioritarias, como la quebrada Estaquecá. Esta área ha sido una de las más afectadas por las lluvias. La estrategia busca una respuesta articulada entre entidades nacionales y regionales.
Desde julio de 2023, el corredor ha sufrido constantes emergencias por crecientes, avalanchas y sismos. Esto obligó a declarar Calamidad Pública en varios municipios. La ANI ha participado activamente en los Puestos de Mando Unificado (PMU) junto a autoridades locales y nacionales.
Actualmente, continúa cerrado el tramo entre los puntos PR 44 y PR 50 en sentido Bogotá–Villavicencio. La afectación se debe al desbordamiento de la quebrada Estaquecá y deslizamientos hacia el río Negro. Sin embargo, se habilitó tránsito bidireccional por el túnel Renacer.
La ANI también ha enviado informes técnicos sobre la situación de quebradas como Naranjal, Aserrío y Casa de Teja. Estas no están dentro del área concesionada, pero representan alto riesgo. Se trabaja en un Plan de Acción conjunto para proteger a los usuarios de esta vía clave para el país.