Las Fuerzas de Defensa de Israel planean reubicar a la población palestina en tres zonas específicas mientras avanzan en la ocupación de la Franja de Gaza.
De acuerdo con informes publicados por medios israelíes, el ejército de Israel se ha trazado como objetivo capturar el 75 % del territorio de la Franja de Gaza en un plazo máximo de dos meses. La estrategia incluye la concentración de la población palestina —estimada en cerca de dos millones de personas— en tres áreas específicas del enclave, con el fin de continuar sus operaciones militares sin obstáculos civiles.
El plan contempla una ofensiva intensiva que extendería el control israelí más allá de los sectores actuales del norte y centro, abarcando incluso el sur del enclave, donde hasta ahora se habían establecido zonas “seguras” para los desplazados. Las autoridades militares israelíes han declarado que buscan “garantizar la seguridad nacional” y “eliminar toda infraestructura de Hamás”, aunque diversas organizaciones humanitarias han advertido que esta estrategia agrava la crisis humanitaria.
Simultáneamente, Israel puso en marcha un nuevo sistema para la distribución de ayuda humanitaria en Gaza, basado en la verificación biométrica de beneficiarios y el control militar en los puntos de entrega. La ONU, Médicos Sin Fronteras y otras ONG han criticado fuertemente esta medida, asegurando que convierte la asistencia básica en una herramienta de control y castigo colectivo.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) denunció que más del 80 % de la población gazatí enfrenta inseguridad alimentaria severa, y que las restricciones israelíes al movimiento de personas y bienes impiden una respuesta humanitaria efectiva. La comunidad internacional continúa llamando a un cese al fuego inmediato.