Irán advierte represalias severas tras ofensiva aérea israelí contra instalaciones estratégicas en Teherán.
Israel ejecutó en la madrugada del viernes un ataque aéreo de alta precisión contra objetivos estratégicos en Irán, provocando la muerte de al menos 20 altos mandos militares y varios científicos vinculados al programa nuclear iraní.
Entre las víctimas confirmadas figuran el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, y los científicos Fereydoon Abbasi y Mohammad Mehdi Tehranchi. El ataque, que Israel ha justificado como una acción preventiva, ha generado una ola de condenas y llamados a la moderación por parte de la comunidad internacional.
El bombardeo fue ejecutado con aviones de combate y drones, apuntando directamente a instalaciones del programa nuclear iraní, y a residencias de altos mandos. Irán respondió de inmediato lanzando al menos 100 drones hacia territorio israelí, según fuentes militares de Tel Aviv, aunque la mayoría fueron interceptados. El Gobierno iraní calificó el ataque de “declaración de guerra” y prometió un “castigo severo” contra Israel. El espacio aéreo de Irán, Irak y Jordania fue cerrado como medida preventiva.
Las reacciones no se hicieron esperar. El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a las partes “la máxima moderación” y expresó su “profunda preocupación” por el riesgo de una guerra regional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a Irán a “hacer un trato antes de que no quede nada” y negó la participación de Washington en el ataque. Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió que “la escalada no sirve a nadie en la región” y pidió utilizar los canales diplomáticos para evitar una catástrofe mayor.
Israel aún no ha emitido un comunicado oficial completo, pero altos funcionarios aseguraron a medios que “la operación tenía como objetivo frenar de forma definitiva el avance nuclear de Irán”.